Las canciones favoritas de 2015 de Manuel González (Hazte Lapón)

Saray Botella y Manuel González (Hazte Lapón)

Hazte Lapón es probablemente una de las bandas más en forma del pop en castellano. No en vano, su último disco 'No son tu marido' (El Genio Equivocado, 2015) no para de acaparar elogios y aparecer en la listas de marras con lo mejor del año que inundan los medios especializados, tanto en papel como digitales (nosotros no íbamos a ser una excepción). Pero más allá de parabienes y enjabonamientos, en las canciones de Hazte Lapón sobrevuela un aire de particularidad y personalidad muy de agradecer en estos tiempos que corren, apelmazados por cierta sensación de déjà vu y por aquellas maniobras de marketing camufladas de estilos rompedores (sí, estoy hablando de Pxxr Gvng). Lo suyo es la canción pop en toda su dimensión, ora épica: 'Hushpuppy', ora magnética: 'Durmiendo con el enemigo (nana del amor ambivalente)' y donde la voz y, especialmente las letras de su "frontman", Manuel González Molinier, regulan la emoción, la pasión y la mala baba a su antojo. Los arreglos y la instrumentación de esas tonadas también ayudan a darle empaque al conjunto, y eso es obra y gracia del resto de componentes de la banda: Saray Botella (teclados, voces) Jesús Rodriguez (bajo, coros) David Ripoll (guitarras) Omar A. Razzak (guitarras, ukelele, banjo) y David Miguez (batería).

En todo caso, siendo conocedores desde esta revista de que Manuel González también disfruta siendo un elegante prescriptor de discos ajenos, le concedemos el honor de ser el primer músico que nos hable de sus canciones favoritas del año en curso, tradición que oficialmente queda ahora instaurada y que esperemos se siga repitiendo en ejercicios venideros. Lo único que podemos deciros es que ha dejado el listón muy alto. Con todos vosotros, las 11 canciones favoritas de 2015 (en orden no cualitativo) para Manuel de Hazte Lapón:

Manuel González
Manuel González Molinier.

House of Wolves / Beautiful things (del disco Daughter of the sea)

House of Wolves : Daughter of The SeaHay una manera de usar las notas graves en House of wolves absolutamente arrebatadora. La voz tiene el timbre tembloroso del fallecido Mark Linkous, de Sparklehorse, y se arrastra a paso lento por encima de las notas. Hay un quiebro de una belleza tortuosa cuando dice "Oh, I heard you’re somethin’ Walkin’ through your windows" que me estremece.

 

Natalie Prass : Natalie PrassNatalie Prass / Reprise (del disco Natalie Prass)

Me maravilla la producción de este disco. Mientras la evolución global de la música parece tender a la pérdida del sonido orgánico, este disco está lleno de detalles instrumentales deliciosos y finos arreglos que funcionan como precisas piezas de relojería, que llevan las canciones en volandas. En esta en concreto, el colchón que sostiene la narración, en parte hablada, es una masa de violines, reverberando, con cierto aroma a Arthur Russell. Cuando entra el ritmo partido y las trompetas, y Natalie dice "sinceramente, tu tonta" la luz es cegadora.

La Bien Querida / Vueltas (del disco Premeditación, Nocturnidad y Alevosía)

La Bien QueridaEste es, probablemente, mi disco español favorito del año, aunque muchas de sus canciones salieron el año pasado. Por eso escojo una canción del último EP que conformaba el conjunto, titulado 'Alevosía' que apareció en enero de 2015. 'Vueltas' es una canción absorbente, enfermiza y oscura, pero contiene una melodía redonda. En mi opinión, el proyecto de Ana y David es el que mejor ha evolucionado de cuantos salieron a finales de la década pasada; cada disco avanza en un nuevo sonido que recoge algo de lo anterior, pero lo lleva a un terreno nuevo. Ese final, donde los ruidos galácticos los acercan a Silver Apples, está ahí para darme la razón.

Algiers / Black Eunuch (del disco Algiers)

AlgiersEl de Algiers es el concierto que más me ha impactado de los que he visto este año, y su disco de debut da buena cuenta de lo que ofrecen, aunque se pierda algo del impacto. Esa mezcla de ritmos primitivos, coros de góspel inflamado, letras sobre opresión y liberación, y guitarras abrasivas, que fluyen como la lava, como si las tocara Blixa Bargeld (no creo que sea casual que en concierto, su guitarrista usara, en distintos momentos, una baqueta y un arco de violín para sacar ruido infernal del instrumento) hacen del conjunto una receta infalible, de las que funcionan en lo ético y en lo estético. Sobre ese magma, la voz de Franklin James Fisher, capaz de pasar del susurro al rugido, recoge la mejor herencia de la música negra. Es recomendable entrar en su web para entender sus influencias, desde Slavoj Zizek a Egon Schiele, pasando por Fugazi, los Bad Seeds, Public Enemy, Godard

Sufjan Stevens / No shade in the shadow of the cross (del disco Carrie & Lowell)

Sufjan StevensEl mundo ha quedado dividido ante el último disco de Sufjan Stevens. Parece que una mayoría influyente se ha declarado a favor, pero también hay un nutrido grupo de detractores que esperaban algo en la línea de 'The Age of Adz'. No estoy entre estos últimos. Me cansaba bastante aquella tendencia a la empanada psicodélica y el exceso; y sin embargo, he quedado embriagado por el esquelético 'Carrie & Lowell'. Ninguna de sus canciones, sin embargo, ha superado el impacto del primer adelanto, con una de las metáforas visuales más hermosas que he podido capturar, con ese "como mi madre, da alas a una piedra" que nos deja vampirizados por la lápida de Carrie; la madre loca, la madre ausente, la madre muerta.

Le Parody / Hondo agujero (del disco Hondo)

Le ParodyCreo que el disco de Sole Parody es, en su estilo, el más valiente, original y brillantemente ejecutado de los que se han hecho en España en estos años. Los más necios lo acusarán de perroflautísitico; creo que están profundamente equivocados. Lo que ha logrado Le Parody en Hondo es liberarse de prejuicios y hacer un disco que no va dirigido al lobby indie, al que no concede ni un guiño. Es un disco que no queda atrapado en estas limitadas coordenadas geográficas y temporales, y que, por tanto, se expande desde aquí hacia África y América latina, hacia el feminismo y la autoafirmación, hacia la herencia y el futuro, hacia el cántico popular y la electrónica de vanguardia, con unos resultados sonoros impactantes. Llamadme loco, pero escuchándolo, siempre lo hermano con el 'Blue lines' de Massive Attack, y otros discos que sirvieron para abrir oídos.

Juvenilia / Solaris (del single Juvenilia)

JuveniliaDe entre los grupos surgidos este año, me quedo con el single que han sacado Juvenilia, un grupo nada juvenil, lleno de músicos que han pasado por otros proyectos, pero que suena fresco como una lechuga. Me reconcilia con el indie canónico, porque no se muestran repetitivos ni obvios, cazan algo del mejor pop australiano, de los Feelies, de los Soft boys, de Felt… La melodía es luminosa y pegadiza, la letra parece una misteriosa aventura espacial (con una más que probable deuda con Tarkovsky), y ni el sonido de baja fidelidad logra que palidezca su colorido. Los vi en directo hace unos meses y tienen canciones para rato.

Gente joven / Aspavientos (del disco Casa de socorro)

Gente JovenCon la misma ironía, y un chiste que parece un calco del anterior (aunque estos segundos llegaron antes), Gente joven no tienen nada de jóvenes ni lo pretenden. El proyecto liderado por Fernando de la Flor ha logrado, con su segundo disco, ahondar en su sonido, sin repetir estrategia ni dar un giro de timón que nadie les pedía. 'Aspavientos' es mi favorita de 'Casa de socorro', que puede que sea su particular 'Her handwriting', porque comparte con Trembling Blue Stars la delicadeza, el manejo de la pausa, la escritura elegante y el olfato para las melodías. Sospecho que a Fernando le gustará esta comparación.

Blank Realm / Palace of love (del disco Illegals in heaven)

Blank RealmMe irritan bastante los latiguillos del tipo "no inventan nada, pero…" porque, a día de hoy, donde todas las referencias de los grupos están a un clic de distancia, podemos asumir que nadie inventa nada y nunca nadie lo hizo. Todo músico, en el mejor de los casos, acierta a combinar bien sus influencias dando como resultado algo que pueda sonarle nuevo (o bueno) a alguien, pero las notas siempre serán las mismas, para todo el mundo, y de la armonía a la disonancia, el margen, en el fondo, tampoco es tan ancho. Pues eso, que Blank Realm molan, porque a veces, haciendo lo de siempre, se da con la tecla.

Tigres Leones / Marte (del disco La catastrofía)

Tigres LeonesNo seré yo quien diga que el videoclip-meme de Miguel Esteban no tenía gracia, pero creo que la canción que presentaba lo superaba con creces. Porque cuenta una historia tóxica y extraña como una novela paranoica de Philip K. Dick, porque la melodía es redonda, y una vez que entra en la cabeza ya no sale, porque hace coros La Bien Querida (parecen discretos, casi anecdóticos, pero son los que empujan el estribillo hacia lo más alto), porque es una canción de poco más de tres minutos donde sucede de todo, desde el arranque a ritmo de claqué hasta los latigazos de guitarra que recuerdan a los mejores grupos de Dischord. Tremendo hit.

Tirana / Yo soy esa (del disco El divino estado de la descomposición)

TiranaOlivia Mateu es mi amiga. Primero escuché su música, y también la que hace su pareja, Albert Espuña, de Gúdar. Escuchamos esos dos grupos en casa, de forma obsesiva, durante años y luego los conocimos y nos hicimos amigos. Es imposible que no tuviera cosas en común con alguien que habla de la fragilidad, la tristeza y la muerte de esa forma. Olivia y Albert son dos genios que viven al margen de muchas cosas, y por eso no les importa publicar un disco como 'El divino estado de la descomposición' en diciembre, lleno de canciones que parecen villancicos góticos, de una crudeza y emotividad que ni Edward Gorey. Un caso rarísimo de grupo imprescindible que podría pasar desapercibido a poco que te despistes, pero que tiene, no una, sino varias de las canciones más honestas y desarmantes que pueden oírse en el pop de este país. No exagero.