Marco (Alborotador Gomasio): "Somos como una especie de canción de autor interpretada por un grupo de punk"

Alborotador Gomasio. Foto: Laura Matías

 

Alborotador Gomasio podría encajar perfectamente en aquella hornada de grupos de la década de los 90 que conformaron los cimientos del indie español. Su noise pop ruidoso y a la vez melódico con la mirada puesta hacia el pop de los 80 les hace ubicarlos en aquella época. Tras un EP y un disco autoeditados ('Corazón chatarra' y 'Más humillante que doloroso'), ficharon por el sello Limbo Starr para publicar a principios de este año 'Los excesos de los niños'. De buen seguro que el sonido "alborotador" del quinteto madrileño calaría en David López, codirector de la discográfica, para incorporarlo. No en vano, Kebrantas, grupo del que formó parte en los años 90, tenía también una querencia hacia el ruido melódico. Marco, cantante, guitarrista y compositor de Alborotador Gomasio, habla de 'Los excesos de los niños', del noise pop, de la distorsión guitarrera y del próximo disco de la banda.

'Los excesos de los niños' podría haberse publicado perfectamente hace 20 años, durante la eclosión del indie nacional de los 90. ¿Qué grupos nacionales destacaríais de aquella época? ¿Os influye alguno?

Sí, yo creo que fue la última gran época en España en la que un gran número de grupos pop procedente del amateurismo y la autogestión llegó a materializarse en grandes discos. Primero fue en forma de recepción del indie inglés y americano, de esa hornada nos flipa El Inquilino Comunista, pero poco a poco esas influencias se unificaron con la tradición del pop español anterior. Hay muchos de esa época que nos parece que hay que revisitar, como Kebrantas, Iluminados, Patrullero Mancuso, Los Fresones Rebeldes, Lagartija Nick, Nosotrash, entre otros. Pero los más grandes de esa época y que nos han hecho trizas emocionalmente con sus canciones siguen siendo Surfin' Bichos (incluyendo su herencia en Mercromina y Chucho), Los Planetas, Señor Chinarro y El Niño Gusano.

[pull_quote_left]Nuestro sonido lo definiría como trash-pop o anti-punk porque nuestro nihilismo anhela el amor[/pull_quote_left]

Vuestras canciones combinan ruido y melodía, pero ¿cómo las describiríais exactamente vosotros?

Somos como una especie de canción de autor interpretada por un grupo de punk. Como dice Dani de Puzzles y Dragones, hacemos canciones por necesidad, no es una cuestión formal. Yo lo definiría como trash-pop o anti-punk porque nuestro nihilismo anhela el amor. No nos proponemos hacer melodía con ruido en forma de género musical, la distorsión es sólo un accidente para dar forma a la sensación de malestar y desasosiego que sentimos con las canciones.

Vuestro disco se titula 'Los excesos de los niños'. ¿Cuáles son vuestros excesos favoritos?

El título del disco hace referencia precisamente a ese tipo de excesos que el mundo adulto entiende como privilegios. Son esas libertades que los niños se dan y que solo algunos se atreven a seguir dándose en la edad adulta. En ese sentido, nos tomamos la música como un exceso que esta sociedad productiva y eficiente no se puede permitir. Ese exceso es especialmente costoso y arriesgado para un grupo como nosotros que no venimos de una situación privilegiada.

Hay una canción en vuestro último álbum cuyo título me ha llamado la atención: 'El placer de la derrota'. ¿Sois de los que asumís los fracasos y les dais poca importancia? ¿Qué tipo de placer provoca una derrota?

Es el típico consuelo de los perdedores que hace que se sientan moralmente por encima de los ganadores. Nosotros nos hemos regocijado bastante esa posición de superioridad moral en la derrota. Tuvimos un grupo llamado Los Fracasos Asombrosos, pero llegó un momento en el que plantamos cara, las cosas no podían quedar así. A veces es más ético intentar ganar alguna batalla que dejar que las cosas sigan igual. Los exitosos siempre son los malos, pero los que intentan ganar no siempre son malos y los que pierden no siempre son los buenos.

[pull_quote_right]Limbo Starr es un selector de frecuencias musicales que filtra y hace audible una pequeña cantidad de la música que está pasando en internet, dándole un formato material y contextualizándolo en un entorno[/pull_quote_right]

Pertenecéis a la era de Internet en la que los músicos podéis difundir fácilmente vuestra música y en la que algunos apuestan por la autoedición. Vosotros, en cambio, formáis parte de un sello discográfico. ¿Qué os aporta una discográfica, en este caso Limbo Starr, que no lo haga llevar las riendas de vuestra propia carrera?

La difusión por internet es tan libre y infinita que a veces hace que desaparezcas. Lo que hace falta son núcleos de atención, puede ser un blog, un programa de radio, un fanzine, una tienda de discos, una sala de conciertos, una escena musical, o una discográfica. Hay miles de flujos de información que pasan todos los días delante de nosotros, pero al final sólo podemos quedarnos con algo pequeño, un puñado de canciones, unos pocos amigos, gente con la que hablar y cosas que tocar y saborear poco a poco. Limbo Starr es un selector de frecuencias musicales que filtra y hace audible una pequeña cantidad de la música que está pasando en internet, dándole un formato material y contextualizándolo en un entorno. Es una manera más de llegar a formar parte de la vida de alguien y de una comunidad y no a un todo informe que te olvidará en cuanto aparezca otra cosa.

Vuestro disco está recibiendo buenas críticas. Por ejemplo, Mondosonoro os ha incluido entre las 20 sorpresas nacionales de la primera mitad del año. ¿Qué supone para un grupo como el vuestro recibir este tipo de reconocimientos? ¿Cuándo Alborotador Gomasio será una “realidad”?

Da mucha energía saber que hay gente y medios reconociendo lo que haces, más sabiendo que tenemos una convicción muy grande y lo que hacemos lo hacemos en plan suicida, como decía antes, como una necesidad, por lo tanto doble alegría  porque, a mi juicio, tiene más valor cuando se reconoce algo que no ha tenido como única razón de ser el reconocimiento, que cuando se hace únicamente para agradar a los medios. En este sentido, estamos más cerca de ser más reales que muchos de los fenómenos mediáticos que cada cierto tiempo son llevados a lo más alto.

[pull_quote_left]Hay un gran número de canciones y actitudes desechables del pop madrileño de los 80, pero me parece mucho más auténtico que los modernos de La Movida que se creían cool por tener una idea estética muy radical[/pull_quote_left]

En una entrevista aseguráis que vuestras canciones se acercan a las del grupo Mamá. Hay una canción de 'Los excesos de los niños', 'Espíritus helados', que me recuerda a Los Secretos en plan noise-pop. ¿Qué opináis al respecto?

Pertenecemos a esa tradición de pop madrileño que fue tan detestada en los 80. Hay un gran número de canciones y actitudes desechables de todo eso, pero me parece mucho más auténtico que los modernos de La Movida que se creían cool por tener una idea estética muy radical. A la larga, muchos de los grupos llamados babosos despectivamente  nos dicen algo profundo y sincero, algo en lo que nos vemos más reconocidos que con otros grupos más rompedores o llamativos, aunque no nos guste del todo su sonido o sentido estético. En el indie siguieron negando esa tradición y hasta ahora en el underground venden más dos toneladas de ruido y un buen peinado que una buena melodía y una letra sincera. Hay mucho miedo a parecer débil y a transmitir emociones que nos hagan parecer vulnerables. Y que conste que esto lo dice alguien que le ama la música experimental, la vanguardia, las Hornadas Irritantes y Sonic Youth.

¿Qué sensaciones transmite hacer tanto ruido y distorsión con las guitarras?

La distorsión y el ruido hacen que la música tenga un poder físico muy perturbador, pero lo mejor es que la distorsión permite expresar más con menos recursos abriendo a un montón de gente la posibilidad de montar un grupo y de expresar como mínimo la rabia de una manera muy efectiva. Luego, si eso lo combinas con melodías, se crea esa forma de tocar en directo de alborotador, que se puede visualizar con el término “pop furioso”.

[pull_quote_right]Hay mucho miedo a parecer débil y a transmitir emociones que nos hagan parecer vulnerables[/pull_quote_right]

Supongo que os lo habrán preguntado ya, pero es posible que nuestros lectores no lo sepan. ¿A qué hace referencia el nombre del grupo?

Si hacemos pop furioso, se entiende muy bien que el grupo que lo ejecuta sea alborotador. La provocación a cierto sector del indie y el intento de remover la elitista e inmovilista escena pop madrileña, musical y políticamente ha sido una de nuestras mayores aficiones desde la época de Aplasta tus Gafas de Pasta. Pues eso, a seguir incordiando. Lo de Gomasio es una mezcla de especias, sonaba bien, era algo más ornamental.

'Los excesos de los niños' fue publicado a principios de año. ¿Ya estáis pensado en un nuevo disco?

Estamos preparando un gran número de canciones, solo tenemos que seleccionar. Pero entre las que hay estamos seguros de que va a ser un gran disco. El nuevo álbum se planea grabarlo en la primavera de 2016, pero alguna canción saldrá publicada previamente.